LA PINTURA ROMANICA

La pintura romanica 



Se llama pintura románica en conjunto a la desarrollada en Occidente desde la invasión de los bárbaros hasta mediados del siglo XIII en que empezó la así llamada gótica. Pueden distinguirse en ella varios estilos a semejanza de la arquitectura, destacando los siguientes:
  • El de imitación bizantina, que en Italia se llamó italo-bizantino
  • El carolingio, principalmente desarrollado en Francia
  • El visigodo y mozárabe en España
  • El románico propiamente dicho, que les sigue
  • El irlandés y sus afines del Norte, es un estilo separado de los anteriores pero que influye en todos
El estilo de imitación bizantina y el románico (éste únicamente en los siglos XI, XII y primera mitad del XIII) se manifiestan en cuadros murales, miniaturas y mosaicos. Pero los estilos restantes son propios de miniaturas o iluminaciones de códices ya que han desaparecido las demás obras de los mismos. A continuación se describen dichos estilos.
Cada uno de estos períodos posee sus particularidades en cuanto lugares en que se desarrolló o artistas que lo adoptaron.
Se manifesto en tres campos distintos:
- la pintura moral
- las tablas
- las miniaturas 
Al igual que las esculturas de la epoca, las pinturas romanicas no eran naturalista. Las figuras se representaban de forma esquematica, en posturas rigidas, perfiladas con una gruesa linea negra.
resaltaban las manos y los ojos de los personajes. Algunos eran dibujados en un tamaño mucho mayor al real para resaltar su nimportancia.
El uso de colores intensos permitia ver mejor las obras, pues, poe el diseño arquitectonico, la luz al interior de los templos era escasa. No incluian paisajes de fondo en los diseños, ya que lo realmente importante era el mensaje que comunicaban los personajes.
Para la pintura mural se utilizaba la tecnica del fresco que consistia en aplicar el color sobre una capa de cal humeda.
La pintura sobre tabla se utilizaba ara decorar la parte formal de los altares y para colorear retablos.


La Miniatura


En los manuscritos y libros ilustrados de la Edad Media, las miniaturas consistían en pinturas o dibujos de figuras, incluidas o no en escenas o composiciones, las cuales, en su caso, representaban diversos temas propios de su etapa histórica, como los temas de carácter sacro, similares a los que llenaban los vitrales de las catedrales e iglesias en el arte románico y en el primer arte gótico. Al final del periodo gótico, ya en el umbral del Renacimiento o Edad Moderna, los manuscritos ilustrados se llenan de temas civiles, profanos y galantes, y alcanzan su mayor apogeo con un nivel de calidad excelente y una amplia difusión internacional, principalmente a través de las cortes de la nobleza europea. A partir del siglo XVI, el auge de la imprenta parece restar protagonismo a este tipo de costosas creaciones. El último gran maestro iluminador fue Giulio Clovio, a mediados del siglo XVI.
En los márgenes de las páginas de los manuscritos era frecuente que se incluyeran distintos motivos ornamentales; los más conocidos son los dibujos que realzan las letras capitales o los que separan las columnas de texto mediante motivos que representan arquitecturas fingidas, arabescos y tallos con formaciones vegetales y hojas que se enroscan por los márgenes de las páginas.
El término 'miniatura' deriva del minium, un óxido de plomo de color rojo que se utilizaba como componente de la tinta fundamental que se comenzó a emplear para la iluminación de los códices manuscritos en letras capitales, márgenes y posteriormente, con la evolución de la ilustración medieval, en representaciones de gran colorido y complejas composiciones.

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